Receta Rollito de salmón y espinacas
Esta receta me llegó a través de mi abuela Clara.
No es que ella la hiciera y fuera una especie de receta secreta que pasara de generación en generación… Si me apuras, dudo que alguna vez mi abuela comiera salmón ahumado.
Sin embargo, me regaló un coleccionable de recetas de la revista Pronto de vete tú a saber de qué año.
Me lo regaló cuando me vine a vivir al pueblo.
Un día hablábamos de comida en su casa y le dije que no sabía que cocinar y me dijo: espera, que tengo esto.
Me dio una carpeta con fichas que traían 4 recetas cada una. Las fotos no eran especialmente bonitas, las instrucciones eran más bien escuetas.
Este rollito de salmón y espinacas visualmente me encantó, y fue la primera receta que hice, y me quedó bien. Desde entonces la he hecho un montón de veces.
Es saludable, fácil de ejecutar y me ha servido tanto para cenas, como para reuniones, e incluso convivencias en el cole.
Te dejo aquí el paso a paso por si te animas a hacerla.
El rollito de las fotos lo hizo Isabelita, (proyecto Isaborear) y yo le hice las fotos. Puedes ver más de este proyecto en mi Portafolio de Fotografía.
Receta de Rollito de espinacas y salmón.
Un entrante fresco, elegante y lleno de color (y proteína).
Ideal para sorprender sin complicarte la vida y perfecto para acompañar con tostaditas o incluso servir en versión mini rollito. Visualmente… un diez.
Ingredientes:
250 g de espinacas frescas
1 cucharada de aceite de oliva
5 huevos
200 g de queso cremoso tipo untar
6 lonchas de salmón ahumado
Sal y pimienta al gusto
1 diente de ajo (opcional)
Paso a paso
Cuece las espinacas en agua con sal durante 5 minutos. Escúrrelas bien y reserva. (Yo a veces uso espinacas cocidas congeladas, las descongelo y no hay que cocerlas).
Separa las claras y las yemas de los huevos.
Tritura las espinacas con una batidora y mézclalas con las yemas de huevo, el aceite, sal y pimienta, y si te gusta, el ajo.
Aparte, monta las claras a punto de nieve.
Incorpóralas a la mezcla anterior con movimientos suaves y envolventes.
Extiende la masa sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal.
Hornea a 180 °C durante 10 minutos, hasta que cuaje (y no dejes que se queme o pase mucho más tiempo, ya que entonces va a ponerse dura y al enrollar se romperá).
Saca del horno y enrolla aún templado con la ayuda de un paño húmedo para darle forma (esto es clave para que no se rompa luego).
Deja enfriar y luego desenrolla.
Unta con queso crema y coloca las lonchas de salmón por encima.
Enrolla de nuevo con mimo, envuélvelo en film y déjalo en la nevera unas 3 horas antes de cortar en porciones.
Truco extra:
Usa un paño ligeramente húmedo para darle la vuelta al bizcocho de espinacas justo al sacarlo del horno. Así conservará su flexibilidad y no se romperá.
Para acompañar (y lucirte un poco más):
Estira unas rebanadas de pan de molde sin corteza con un rodillo, córtalas en triángulos y tuéstalas al horno. ¡Pura fantasía crujiente!
Si la pones en práctica, cuéntame.