Soy Fotógrafa y tengo un problema:

Quiénes trabajan conmigo tardan en contratarme otra sesión, o solo lo hacen una vez y no vuelven a necesitar mis servicios.

¿Mis sesiones de fotos son malas? No.

¿No quedan contentos? Tampoco.

Es porque mis sesiones de fotos cunden un montón, siguen un método con sentido y se aprovechan al máximo, siendo una inversión rentable y duradera en el tiempo.

Esto no es lo ideal si la Fotografía es tu principal fuente de ingresos.

Pero no es mi caso.

Yo solo trabajo localmente, no conduzco ni tengo carnet y tengo otras fuentes de ingresos.

(Lejos de verlo como una limitación, es el filtro perfecto para no decir que SÍ a todo).

Disfruto muchísimo de este trabajo: ayudar a quienes desean tener fotografías que están alineadas con ellas, que comunican, venden y conectan porque se trabajan con el método de relacionar fotografías e historias.

¿Lo mejor?

Podemos trabajar juntas sin que ni tú ni yo nos tengamos que mover de casa.

Comparto el mismo método que sigo en mis sesiones (propias y con clientes) para que tú tengas tu propia guía personalizada y exprimas cada sesión de fotos como yo hago con las mías.

Creo una guía personalizada exclusiva para ti y tu proyecto.

¿Para quién es este servicio?

Te adelanto que es útil y práctico tanto si haces fotos, como si las delegas.

La guía personalizada para tu sesión de fotos se basa en mi sistema de trabajo, el que aplico para mí misma, para mis clientes locales y en la experiencia que acumulo desde 2014 que emprendí por primera vez en el mundo online.

Soy fotógrafa y soy consciente de que para que alguien quiera contratar mis fotos necesita algo más que mi portafolio profesional.

Este servicio personalizado es ideal para profesionales de la fotografía. Yo también he aprendido a contarme para conectar y que me contraten.

Al mismo tiempo soy emprendedora, y he tenido (y tengo) distintos proyectos online en los que la fotografía es una pata fundamental para mi comunicación.

Aún recuerdo con dolor cuando no tenía confianza en mí misma y encargaba mis fotos a otros perfiles.

La primera vez fue un horror, pocas fotos pude aprovechar.

La segunda y la tercera fueron algo mejor, ya que preparé con antelación lo que necesitaba y me ocupé de transmitirlo a quién contraté.

Y la cuarta funcionó, pero el límite de fotos entregadas por sesión no llegó a cubrir mis necesidades de comunicación y contenido.

Nunca contraté una quinta sesión.

Decidí que a partir de ese momento que yo misma haría mis fotos.

Con las marcas, tanto de servicio como de producto, he sido parte del equipo, tratando a la marca y sus fotografías como si el proyecto fuera mío (★suena a tópico, pero es la realidad y así lo he contado en mi blog. Durante años abandoné mi proyecto personal hasta diluirme en proyectos ajenos, me perdí y ahora ya no quiero que me pase más★).

He tenido clientes durante 5 años, otros 3 años, y algunos 1 año. A día de hoy siguen usando las fotos que les hice porque no necesitan hacer más, salvo si tienen nuevos productos.

Por eso mi método personalizado es genial para rentabilizar, que ahorres tiempo y dinero, además de ganar coherencia y sentido.